lunes, 14 de septiembre de 2015

A mis veinte

Mis veinte no han podido llegar en mejor momento, estoy estudiando lo que me apasiona, en una ciudad que me enamoró desde el minuto cero, tengo una familia que me quiere y me apoya en todas y cada una de mis decisiones y me rodeo de una gente estupenda, mis amigos. Gracias a todos ellos por hacer la llegada a la veintena más liviana.

A mis veinte he aprendido que las segundas oportunidades se crearon para darlas, que los errores están para cometerlos, que el que algo quiere algo le cuesta y que lo que fácil viene mas fácil aún se va. Que la vida es breve y hay que vivirla como tal, que el tiempo es lo único que cuando pasa ya no puedes recuperar.
A mis veinte he aprendido que nadie es para siempre, que una mañana podemos despertar y ver que todo ha cambiado. Que maduramos a base de caer y levantarnos. Que eso de poner la otra mejilla siempre funciona, la mejor hostia sin duda es la que no se da.


A mis veinte he decidido dejarme llevar, ser yo quien tiene el control de mi vida, que nadie es lo suficientemente importante como para condicionar mi forma de vivir (exceptuando a mi familia obviamente). He decidido dejar de esperar a ese príncipe azul que nos impusieron desde pequeñas, yo misma puedo salvarme de esos villanos y villanas del día a día. He decidido que no voy a vivir pendiente del qué dirán, me da igual. 

Para mis veinte me he propuesto viajar más, conocer nuevos rincones, olores y sabores, ir a más conciertos y a algún que otro festival, hacerme voluntaria por alguna causa social, ahorrar para comprarme un telescopio, leer algo del exhibicionismo literario de Bukowski. Hacer puenting o paracaidismo o ambas. Mis tatuajes pendientes. 


Pero sobre todo aprender de todo y de todos, no hay limite. 













María